Nora

Variedades:

Albariño 100%

Características:

Nora es un vino blanco monovarietal elaborado con la variedad de uva Albariño. Tiene una graduación alcohólica del 13.0% Vol y está elaborado por la Bodega Viña Nora. Pertenece a la Denominación de Origen (DO Rías Baixas).

Acidez total: 7.2 G/l (tartárico)

Azúcar residual: 1.6g/L

Elaboración:

Los viñedos se localizan en las regiones del Condado do Tea, Salnés y el valle del Ulla, permitiendo que la combinación de estos diferentes terroirs aporte una gran complejidad al vino. Las viñas, situadas a 600 metros sobre el nivel del mar, se conducen sobre postes de granito (parrales) para mejorar la exposición solar. La edad promedio de las vides varía entre 20 y 30 años.

Los suelos en estas áreas son principalmente arenosos o franco-arenosos, con una presencia variable de cantos rodados, asentados sobre un lecho de roca granítica de distintas profundidades. El clima es atlántico con una notable influencia continental, caracterizado por una alta pluviometría y niveles elevados de humedad, en parte debido a la proximidad del río Miño. Para mitigar estos efectos, el viñedo se maneja mediante el sistema tradicional de la parra, lo cual mejora la exposición al sol y reduce la incidencia de enfermedades fúngicas.

En cuanto a la vinificación, las uvas seleccionadas de los viñedos se cosechan en su punto óptimo de maduración. Luego, se someten a una maceración prefermentativa de seis horas a bajas temperaturas antes de fermentar a 16 °C en depósitos de acero inoxidable. Un 10% de la producción se fermenta en barricas de roble francés, lo que añade mayor complejidad y elegancia al vino.

El proceso de envejecimiento incluye una crianza de aproximadamente cuatro meses sobre lías finas en depósitos de acero inoxidable, con battonage regular para enriquecer el vino. Además, el 10% del volumen total se cría en barricas de roble francés de varios usos, contribuyendo a la complejidad final del vino.

Cata:

Se presenta con un color amarillo pajizo que brilla bajo la luz.

En la nariz, se pueden apreciar delicados aromas que llenan el aire. Los primeros en hacerse notar son los de manzana y cítricos maduros, que otorgan una sensación refrescante. A medida que se profundiza en los aromas, se percibe la presencia de frutas de hueso como el albaricoque, que aportan un toque dulce y jugoso. Además, se puede distinguir un fondo floral, donde el jazmín y el azahar se entrelazan en una danza aromática.

Al probarlo, se experimenta una agradable frescura que envuelve el paladar. La acidez, presente de manera equilibrada, realza los sabores y agrega vivacidad al vino. A medida que se saborea, se puede notar cómo evoluciona en la boca, adquiriendo una textura cremosa que se desliza suavemente. El final es largo y placentero, dejando una sensación agradable que invita a seguir disfrutando de cada sorbo.