Montenovo

Variedades:

Godello 100%

Características:

Montenovo es un vino blanco monovarietal elaborado con la variedad de uva Godello. Tiene una graduación alcohólica del 13.0% Vol y está elaborado por la Bodegas Valdesil. Pertenece a la Denominación de Origen (DO Valdeorras).

Elaboración:

Las uvas que dan vida a este vino provienen de distintos viñedos distribuidos a lo largo del valle, todos ellos estratégicamente plantados en laderas situadas alrededor de los 550 metros de altitud y con diversas orientaciones. La edad de las vides oscila entre 10 y 30 años, destacando la diversidad que aporta cada parcela a la complejidad del conjunto.

Los suelos que sustentan estos viñedos se caracterizan por su escasez de nutrientes, su perfil escarpado, su poca profundidad y su composición pedregosa, derivada de la roca de pizarra negra. Esta singularidad del suelo contribuye de manera significativa al carácter distintivo de las uvas y, por ende, del vino.

El clima en esta región se clasifica como atlántico con influencia continental, proporcionando condiciones óptimas para el cultivo de la vid. La vendimia se realiza de forma manual, un proceso que refleja el compromiso con la calidad desde el mismo momento de la cosecha.

En cuanto a la vinificación, las uvas experimentan una fermentación alcohólica llevada a cabo por levaduras salvajes, desarrollándose en depósitos de acero inoxidable. Este enfoque resalta la autenticidad del vino, capturando las sutilezas y matices propios de la región y de la diversidad de los viñedos seleccionados.

Cata:

Se presenta despliega en la copa un atractivo color amarillo pajizo con destellos verdosos, anticipando una experiencia visual fresca y vibrante.

En la nariz, se ve cautivada por la frescura e intensidad del vino. Se destacan las notas minerales, florales y cítricas que, con elegancia, dan paso a delicados apuntes herbáceos, tejiendo una complejidad aromática que invita a explorar cada detalle.

Al probarlo, se ve envuelta en una armonía equilibrada, donde la mineralidad se convierte en el protagonista que realza la refrescante acidez natural del vino. Esta mineralidad no solo añade profundidad, sino que también contribuye a una experiencia gustativa única, marcada por la interacción dinámica entre la frescura y la complejidad.